miércoles, 28 de octubre de 2009

Reiki y la Psicologia



Primeramente, hay que explicar el enfoque que da Reiki a las enfermedades para entender todo el proceso. Para nosotros, una enfermedad es la manifestación final de un problema a nivel mental/emocional o espiritual.

En terapias energéticas para sanar "en profundidad" debemos tratar el ser humano a todos los niveles, y no solamente aplicando una curación temporal que alivia los síntomas.

Para nosotros, todo es energía; pensamientos, emociones, rabia, amor, etc. se traducen en alguna forma energética. Aún desde un punto de vista extremadamente racional, no es un concepto descabellado, ya que el cerebro, la herramienta que usamos para crear el pensamiento, funciona a base de millones de impulsos eléctricos (energía) por segundo. Cada impulso crea un campo magnético (ley de Faraday) creando así millones de campos magnéticos (más energía) que, como sabemos, se mantienen mientras haya una corriente eléctrica.

Trabajar con esta energía creada es lo que constituye la base fundamental de una terapia de Reiki.

Y es aquí donde claramente el trabajo de nosotros mismos, como la ayuda médica desde un psicólogo y a un terapeuta se unen. Ambos trabajan con pensamientos y emociones, uno desde el punto de vista de la mente, otro desde un enfoque energético pero la intensión es siempre salir adelante.

Hoy en día, han quedado ampliamente demostrados los efectos de los pensamientos y las emociones sobre el cuerpo humano. Hasta el enfoque más tradicional reconocerá las manifestaciones físicas del estrés en una persona, ulceras, problemas cardíacos, problemas digestivos etc. etc. aún cuando el estrés no es una "enfermedad" en el sentido clásico de la palabra sino el resultado de un modo de pensar.

Reiki tiene la ventaja de actuar sobre los síntomas físicos además de sanar el estado emocional que lo está causando.

Pero el ser humano es un "animal pensante". Para muchas personas, aplicar un proceso mental a su sanación es de una importancia fundamental. En otras palabras, no basta con sanar, necesitan saber el "por qué" de su enfermedad.

En ésta situación, se vuelve fundamental poder acudir a un "profesional del pensamiento" o lo que es lo mismo, a un psicólogo.

Al combinar la terapia psicológica con Reiki, ambas terapias se complementan y logran unidas un resultado completo más rápido. ¿Por qué?

Por una parte Reiki, al liberar energía "negativa" suele liberar al mismo tiempo la emoción que la creó. Esta liberación trae muchas veces al plano consciente emociones o situaciones a las que nos cuesta enfrentarnos y que hemos relegado a lo más profundo de nuestro ser, tratando de olvidarlas.

Por otra parte, si en ese momento la persona está acudiendo a un psicólogo se encontrará más cerca de encontrar lo que le causa mal o inquietud, será más fácil que desentierre aquello que estaba tan difícil de sacar a la luz porque Reiki ha ido cavando también para llegar a ese bloqueo y liberar la energía que había quedado estancada en él.

Como vemos, ambas terapias trabajan sobre el mismo "bloqueo" y con el mismo fin: procesarlo y eliminarlo. Si ambas se unen el proceso se acelera.

No hay comentarios: