domingo, 1 de noviembre de 2009

Reiki y dinero


Todos tenemos problemas con el dinero. Dado que el dinero y su manejo son parte de nuestra vida cotidiana, es importante cuestionar todos nuestros preconceptos e ideas sobre este asunto vital si es que deseamos encontrar un mayor sentido de equilibrio.

La mayor parte de nosotros está convencida de que el dinero es algo sucio y que a fin de obtenerlo debemos "vendernos" de alguna manera. Se ha dicho que el dinero no puede comprar amor y tampoco puede comprar Reiki. Al mismo tiempo, no puede impedir que el amor o Reiki sean parte de nosotros.

No hay relación directa entre Reiki y el dinero. El dinero es energía materializada en un papel moneda, a fin de que fácil y alegremente pueda ser usado por todos nosotros para el intercambio de mercaderías o servicios. El dinero puede ser una herramienta hermosa, pero el problema reside en nuestra actitud hacia él.

La única cosa que siempre envenena nuestras transacciones financieras con los demás es la ausencia de claridad. En el caso de la sesión o iniciación Reiki, debe ser aclarado de antemano que el "dador" desearía recibir a cambio de sus servicios, ya sea cierta suma de dinero que considera adecuada, o alguna otra forma de compensación. Siempre debe haber un intercambio.

Lo que otros practicantes de Reiki solicitan por sus servicios no debe ser en absoluto tomado en cuenta. Esta es una decisión individual.

Una interpretación errónea muy común sobre los precios es que algo más o menos caro debe ser mejor que algo menos costoso. Esto puede aplicarse a mercancías del estante de supermercado pero no a Reiki. Por otra parte, los seres humanos parecen incapaces de aceptar y valorizar algo que les ha sido dado gratis. El mejor ejemplo es nuestro cuerpo, nuestra vida...

A fin de evitar de que le ocurriera la misma devaluación al don de Reiki, el Maestro Mikao Usui, después de años de caridad, comenzó a requerir dinero a cambio de las sesiones y las iniciaciones. Comprobó que los tratamientos Reiki gratuitos simplemente actuaban en la gente como analgésicos o píldoras para dormir, sin desafiarlas a cambiar y a hacerse cargo de sus propias vidas.

Supongo que muchos practicantes Reiki, descubren o encuentran el concepto de caridad dentro de si mismos tarde o temprano. Queremos estar al servicio de nuestros semejantes y pensamos que ese servicio debe ser brindado gratuitamente. Miles de años de condicionamiento moral han creado esta interpretación errónea, pero parece que cada uno de nosotros debe aprender por su cuenta... en algunos casos, Reiki puede ser conferido sin compensación.

Dentro de nuestra familia o círculo de amigos íntimos, por ejemplo, el flujo de energía está presente de todos modos. Para un practicante, dar Reiki a parientes puede ser una experiencia hermosa. Muchas veces la única condición para una sesión o iniciación gratuita debe ser si la otra persona quiere realmente o no entrar en contacto con Reiki.

Cada etapa en el camino de nuestra vida tiene un valor económico. Los valores implican un compromiso de nuestra parte y lo llevan a una comprensión más profunda de la energía del dinero.

Lo que no cuesta un poco no lo valoramos mucho...

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